Historia de Lambretta.

Para la gente que no es aficionada al mundo del motor sobre dos ruedas, suelen confundir una Vespa con una Lambretta y viceversa. Ante tales casos, los expertos suelen sonreir con condescendencia, ya que existen diferencias sustanciales entre ambas, pero a su vez, las similitudes en sus respectivos orígenes y posterior eclosión son sorprendentes.

Lambretta es el producto de la empresa de Ferdinando Innocenti, fundada en los primeros años de la década de 1920 en Roma, especializada primero en sectores de la construcción, como andamiajes metálicos, postes de alta tensión, tuberías de agua y otras infraestructuras. Pero no será en Roma donde comenzará el mito de Lambretta si no en la periferia de Milán, en Lambrate, que toma el nombre del rio Lambro, motivo del nombre del segundo scooter más famoso del mundo.

Tras la II Guerra Mundial, periodo de reconstrucción de una Italia devastada, Innocenti, fascinado por las scooter Cushman del ejército norteamericano, opta al igual que Piaggio por la apuesta del transporte individual: y al igual que el primero, descarta el proyecto encargado a técnicos milaneses para ponerlo en manos de un técnico aeronáutico, Pier Luigi Torre. De nuevo, pues, historias paralelas.

Innocenti emprende una gran campaña publicitaria mediante la radio, meses antes de la salida al mercado de su primer modelo, pero sin embargo, los resultados no están a la altura de las expectativas. El modelo de 1947 no obtiene los resultados deseados, no siendo hasta la década de 1950 en que comience la batalla entre las dos marcas por hacerse con la hegemonía del mercado.

Desde las empresas de Innocenti, ahora al mando de su sucesor, Luigi Innocenti, se responderá al mito de la

Vespa 150 GS con la Lambretta 175 TV, seguida por una tercera serie de 200 cc., la maś potente del mercado. Para competir con Piaggio, Innocenti potencia los clubes Lambretta, estudios de prototipos de carreras, e incluso se trabaja en una versión para el ejército que se ofrece a la OTAN.

En la exportación, Innocenti no pudo abrir fábricas Lambretta como tenía proyectado, pero sí un gran número de concesionarios por todo el planeta. Tal fue la magnitud y trabajo de la factoría de Milán que a finales de los años 50, Lambretta dedicaba el 50% de su producción a la exportación, mientras que Vespa lo hacía en un 40%.

Batallas en todos los frentes. Lambretta dominaba la publicidad en la radio e incluso editaba su propia prensa, el Noticiero Lambretta, mientras que Vespa era fuerte en el cartelismo publicitario, todo un clásico con el tiempo y referencia obligada en la historia de la publicidad italiana.

La rivalidad se vive en los aficionados de una y otra marca, pero a pesar que Lambretta dice tener mejores prestaciones, en empírica comparativa tanto en las citadas prestaciones como en consumo se obtienen los mismos resultados, siendo la diferencia en las pruebas de frenada favorable a Lambretta, pero con una diferencia inapreciable.

Sin embargo, la diferencia sustancial a favor de Vespa fue en la optimización del rendimiento, puesto que si bien menos potente, se obtuvieron los mismos resultados. A pesar de todo ello, Lambretta ocupa un merecido segundo lugar en las preferencias de los aficionados, siendo prueba fehaciente su supervivencia al paso de los años. En el 2007, celebró su sesenta cumpleaños. Y sigue…

Lambretta en España.

Paralelamente a la llegada de Vespa a España, es en 1952 cuando un grupo de industriales vascos obtiene licencia de la marca italiana para fabricar scooters y motocarros, llamándose la empresa en cuestión Lambretta Locomociones S.A. Una vez salvados todos los trámites y con una plantilla inicial de 28 trabajadores, en el mes de julio de 1954 sale al mercado español el modelo LD 125 (en España conocido como modelo A) y el modelo D (B en España).

La competidora de Vespa obtiene un éxito y aceptación importantes, y de las 483 unidades que se fabrican ese año, se llega a las 17.080 en el año 1958.

Tras este despegue espectacular, se produce un descenso debido al Plan de Estabilización Nacional, para que en 1962, producirse un trienio de bonanza. Son años de crecimiento con periodos de pequeños retrocesos, salvados gracias a la demanda: de los 28 trabajadores iniciales se pasa a 800, se amplía la red comercial a todas las ciudades españolas, pasando a llamarse Serveta S.A. En 1960 se había presentado en España la gama Li, de 150 cc. y en 1963 es el segundo fabricante de scooters a nivel mundial: sale el modelo 175 TV, anunciado como el primer scooter con freno de disco, y con una potencia capaz de alcanzar los 100 km/hora.

En 1964, la competencia con Vespa es muy fuerte, y Lambretta saca al mercado la línea Scooterwinter; en 1966 se presenta en el edificio Lambretta de Madrid la Lambretta Special 150, con la popular entonces Marujita Díaz como madrina del evento; en 1967 aparece la Jet 200, pero se entra en una fase demasiado irregular, al dedicarse también la empresa española a la fabricación de scooters japoneses de la casa Honda, pero viendo que no es lo más adecuado para el mercado español, Lambretta saca el modelo Pony 200. Los años siguientes no fueron mejores. Innocenti había cesado la producción en 1971, pero la marca siguió fabricándose en España e India: la crisis entra de lleno en el sector, y en 1977, Vespa vende tan sólo 5.174 unidades, y Lambretta 691.

Se produce suspensión de pagos, pasando a convertirse en sociedad anónima con participación de capital por parte de los trabajadores, y a pesar de llegar a producir el modelo Lince 200, entre 1990 y 1991 deja de fabricarse definitivamente la Lambretta en nuestro país, dedicándose la empresa a los scooters asiáticos.